Las preguntas sobre cómo gestionar mejor el capital humano han encabezado las conversaciones de liderazgo en todo el mundo durante mucho tiempo. En un mundo cada vez más loco, la única palabra que debe tener en cuenta al comenzar su planificación para el próximo año es simplicidad. Aquí hay siete tendencias de liderazgo emergentes para 2019.

1) Mantenlo simple

En los últimos tres años, la importancia de alejarse de las estructuras complejas y simplificar las organizaciones ha quedado clara. No solo ayudará a las empresas a estar mejor equipadas para enfrentar los desafíos de los mercados acelerados, sino que también ayudará a los empleados a centrarse más en tareas prácticas y gratificantes. Para obtener más información sobre este tema, un gran recurso es el Tendencias globales de capital humano de Deloitte informar.

2) Rediseña tu estilo de gestión

Prestando especial atención a su proceso de gestión del desempeño es lo que hará que su organización se destaque en los próximos años. Es crucial establecer una comunicación en la que los líderes describan lo que esperan de sus empleadores con respecto a los objetivos y las formas de medir su cumplimiento para lograr este éxito. De hecho, una estrategia orientada a objetivos brinda claridad a los empleados y una mayor motivación para alcanzar sus objetivos.

3) Invierta en 'capital humano'

Los "Empleado abrumado”El síndrome ha sido un problema enorme en las empresas atrapadas en una vieja generación de gestión de tipo de nivel medio durante años. Además, la llegada de jóvenes trabajadores sedientos de proyectos significativos es un factor a tener en cuenta. Las corporaciones deben invertir más tiempo en crear un espacio para que sus empleados permitan una retroalimentación honesta de ellos (las encuestas anónimas son una opción). También ayudará al personal a lograr el éxito y a retener una fuerza laboral que se sienta apoyada y necesaria.

4) Haz menos, lleva más

Recursos humanos y gerentes se han convertido cada vez más en diseñadores de procesos. Los problemas de liderazgo y gestión son simples por naturaleza y lo que nosotros como líderes debemos hacer es usar prueba y error métodos en nuestro estilo de gestión. Hacemos esto permitiendo que nuestros empleados tomen más decisiones y aceptando que tal vez no lo hagan bien la primera vez. Nuestra capacidad de hacer menos y liderar más voluntad haznos mejores líderes.

5) Olvídate de 9 a 5

El modelo de empleo a tiempo completo ya no tiene sentido. Investigaciones y estudios han demostrado que tanto tiempo las horas de trabajo te hacen menos productivo. Los líderes, en cualquier nivel, necesitan revisar su modelo de empleo para poner el desempeño individual en el centro de su desarrollo, independientemente de dónde se realice físicamente o en qué momento.

Trabajar sobre la marcha, en casa o permitir horarios flexibles fuera del entorno tradicional de 9 a 5 oficinas puede hacer maravillas con la productividad del personal. Reconocer que los empleados tienen una vida personal y construir trabajo en torno a ella puede generar una gran lealtad y resultados más efectivos si se planifica adecuadamente. Este enfoque es una excelente manera de responder a las necesidades de "propósito" y "significado" que muchos empleados jóvenes buscan hoy en día.

6) Haga que la tecnología trabaje para usted

La tecnología juega un papel importante en nuestra vida profesional y personal, y eso está bien. Lo que no está bien es que nos hemos vuelto locas en nuestras relaciones con nuestros dispositivos y tendemos a depender demasiado de ellos. Es crucial que los gerentes den un paso adelante y aprendan cómo la tecnología puede reforzar su experiencia técnica y liderazgo, pero no a expensas del capital humano. Algunos de estos exhaustivo programas de liderazgo de Harvard Business School son excelentes formas de aprender a controlar la optimización y el flujo de procesos, y un recordatorio de que su teléfono inteligente solo puede hacer mucho por usted.

7) Solo hazlo

Reconsidere la jerarquía de su empresa. El capital humano aprende mejor haciendo lo que saben inherentemente, y no siempre regurgitando lo que aprendieron en la escuela de negocios. El principio es simple: aliente a un solo empleado a actuar como un átomo, la partícula más pequeña de un elemento, haciéndolos conscientes de que también contienen las mismas propiedades de la molécula más grande (liderazgo).

La referencia a Nike en el subtítulo puede hacerte sonreír, pero resume bien las cosas: la gente aprende haciendo. Los gerentes se convierten en grandes líderes por su capacidad de tomar la decisión correcta cuando se enfrentan a la adversidad y las personas se convierten en excelentes empleados (y, en última instancia, grandes líderes) por su capacidad para ofrecer resultados excepcionales de forma regular. Cada persona en una empresa es como un átomo: su contribución ayuda a crear una molécula, que en este ejemplo iguala la cultura y el éxito de la empresa.