En 2018, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, apareció en la televisión nacional para anunciar que estaba reformando el sistema de seguridad social del país, aumentando la cantidad de contribuciones adeudadas y reduciendo los beneficios.

En horas, los manifestantes se alineaban en las calles. 

“La policía estaba golpeando a los ancianos que protestaban por perder sus pensiones, entonces los jóvenes, los estudiantes, salían a defenderlos”, recuerda Margarita Herdocia, miembro de YPO y fundadora de Ticos y Nicas: Somos Hermanos que ayuda a los migrantes nicaragüenses y promueve la fraternidad universal. “En realidad fue muy hermoso: jóvenes y mayores protestando juntos contra el gobierno. Y luego los policías comenzaron a disparar a los estudiantes, a quemarropa”.

Pero las balas no los detuvieron. Del 18 de abril de 2018 al 31 de julio de 2019, los nicaragüenses, jóvenes y mayores, continuaron protestando, y la policía mató a unas 355 personas e hirió a cientos más. Un número incalculable de personas huyeron de la escalada de violencia y cruzaron la frontera hacia Costa Rica, donde buscaron asilo. 

“Creo que la migración es uno de los problemas más importantes e incomprendidos que enfrenta el mundo hoy en día”, dice Herdocia. “Los migrantes son, por definición, personas valientes, que se atreven a dejar atrás todo lo que conocen para luchar por una vida mejor. Son una adición increíble a cualquier sociedad”. 

Para Herdocia, no había duda de que los estudiantes que se habían movilizado y luchado por sus derechos humanos y civiles serían un beneficio para su nueva sociedad. La única pregunta era: ¿cuál es la mejor manera de integrarlos?

Pagándolo hacia adelante

Una presentación de un amigo en común a Silvia Castro, miembro de YPO de Costa Rica y presidenta de la Universidad Tecnológica Latinoamericana (ULACIT), respondió a esa pregunta. 

“Nos dijo que nos reuniéramos porque teníamos mucho de qué hablar”, recuerda Herdocia.

Las dos mujeres se llevaron bien, su pasión compartida por el poder de la educación y la difícil situación de los jóvenes estudiantes inmigrantes se apoderó de sus corazones, mentes y conversaciones, hasta bien entrada la noche. Muy pronto, habían ideado un plan para crear Subvenciones Universitarias Humanitarias (HUG), un programa de becas que enviaría a estudiantes migrantes nicaragüenses a ULACIT.

Los migrantes son, por definición, personas valientes, que se atreven a dejar atrás todo lo que conocen para luchar por una vida mejor. Son una adición increíble a cualquier sociedad. ”
— Margarita Herdocia, miembro de YPO y fundadora de Ticos y Nicas: Somos Hermanos comparte Twitter

“Tenemos un programa de becas bastante considerable para estudiantes talentosos de diferentes partes del mundo con diferentes talentos provenientes de diferentes condiciones”, dice Castro. “Siempre estamos felices de ayudar a promover la movilidad social para los estudiantes de primera generación”.

La única universidad privada en el QS World University Rankings, la universidad privada número 1 de la región durante 12 años consecutivos y entre las 20 mejores a nivel mundial en empleabilidad, ingresar a la ULACIT no es fácil. Los solicitantes tenían que pasar rigurosos requisitos académicos, una entrevista preliminar sobre sus estudios, luego una segunda entrevista sobre sus capacidades civiles. 

“Queríamos estar seguros de que realmente lo necesitaban y del tipo de personas que iban a devolver el favor”, dice Herdocia. 

Herdocia y Castro unieron fuerzas para cubrir el costo total de los becarios HUG. 

“Solamente pedimos cuatro cosas a cambio”, continúa Herdocia. “Uno era ser ciudadanos modelo; tienen que ser buenas personas. La segunda era sacar buenas notas. El tercero, deben hacer servicio comunitario. Y lo último es parte del proceso de solicitud: tienen que prometer que cuando se gradúen, lo devolverán, con su dinero, su talento o su corazón”.

En octubre de 2021, el programa graduó a su primera generación de estudiantes: dos recibieron una licenciatura en ingeniería industrial y uno, una licenciatura en enseñanza y traducción de inglés.

Compartir, cantar y alma

Según la estimación de Herdocia, parte del éxito del programa se debe a los grupos de discusión en grupos pequeños de 6 a 8 estudiantes, muy parecido al foro YPO en el que Herdocia participa con sus compañeros de negocios. En YPO, el foro son pequeños grupos de miembros que forjan relaciones profundas y de confianza al compartir ideas y perspectivas en una atmósfera de confidencialidad. Es ampliamente considerado el aspecto más valioso de la membresía. 

“En nuestro grupo de la universidad, compartía un poema o una canción para provocar una conversación”, explica Herdocia, citando 'Titanium' de David Guetta como uno de sus favoritos y luego cantando unas pocas líneas: “Puedes dispararme pero no me caeré, soy de titanio. Los palos y las piedras pueden romperme los huesos, soy a prueba de balas, nada que perder. Y luego les preguntaba: '¿Qué sientes?'”.

Los nueve estudiantes no se contuvieron. Estos jóvenes que habían sufrido un trauma extenso, más allá de lo que Herdocia había imaginado, se abrieron para descubrir que sin importar lo que había sucedido en su pasado, su futuro ahora incluía “almas hermanas”. Estaban comprometidos el uno con el otro, prometieron estar siempre allí si los llamaban.

“Todos tenemos un tesoro dentro de nosotros”, dice Herdocia. “Y cuando alguien se atreve a compartir su tesoro con nosotros, tenemos que decidir si vamos a ser los cuidadores o aplastarlos. Creo que al aprender a apreciar los tesoros dentro de nosotros y dentro de los demás, nos convertimos en mejores personas”.

Castro, quien pasó muchos años como estudiante internacional en el extranjero, comprende lo que se siente al vivir en una tierra diferente, experimentar el choque cultural y el rechazo por ser diferente. Pero también sabe que la inestabilidad económica y la amenaza de violencia es un gran diferenciador.  

“Si puedes empatizar con lo que viven los migrantes: dejar atrás sus hogares y todo lo que conocen para mejorar su vida, comprender que solo están haciendo esto para mejorar su vida, te hace sentir más agradecido por lo que tienes”, dice ella. 

Lo importante del asunto

El deseo de conectarse con otros en un nivel personal profundo es algo que Herdocia no solo hace con los estudiantes y sus compañeros de YPO, sino con todos los empleados y partes interesadas en su oficina familiar.

“El lema de mi vida es el mismo que mi lema corporativo”, explica. “Las camisetas de mi empresa dicen 'Sé y haz feliz. Es decir, 'Sé quien eres y quién quieres ser'. A veces nos encontramos en un trabajo que no nos gusta, pero una empresa puede nutrirlo, aprender dónde serían más felices y ayudarlos a moverse a una posición que sea mejor para ellos y, en última instancia, mejor para la empresa. Esto nos permite crear organizaciones que no solo tienen una fuerza laboral, sino una fuerza de corazones y mentes”.

“Creo que todos tenemos el deseo de sentirnos realizados”, agrega Castro. “Lo que no significa buscar la felicidad, sino hacer bien un trabajo y cumplir un propósito”. 

En cuanto al futuro del programa HUGs, Herdocia planea continuar apoyando lo que ella llama el “capital social” de los graduados y encontrar diversas universidades para la población migrante, tanto de fuera como de dentro de Costa Rica.

“Tenemos una población indígena nativa que vive en las montañas y todavía habla su propio dialecto”, dice Herdocia. “Para ellos bajar a la capital a recibir una educación también es una migración”.

“Creo que todos tenemos el deseo de sentirnos realizados. Lo cual no significa buscar la felicidad, sino hacer bien un trabajo y servir a un propósito. ”
— Silvia Castro, miembro de YPO de Costa Rica y presidenta de la Universidad Tecnológica Latinoamericana (ULACIT) comparte Twitter

Como lo explica Castro, “Estamos ampliando este programa a estudiantes fuera de Nicaragua, en toda la región centroamericana. De esta manera, esperamos aumentar nuestro impacto”.

En cuanto al capital social, Herdocia explica que es “su conjunto de habilidades, sus conexiones, su educación, cualquier cosa que pueda usar para aprovechar para hacer algo. Llevamos a nuestros becarios HUG a cenas de recaudación de fondos, a otras fundaciones y reparten sus tarjetas de presentación”, exclama. “Son niños tecnológicos, pero hicieron estas tarjetas con sus nombres y direcciones de correo electrónico y lo que quieren hacer y así es como han aumentado su capital social”.

Este moxie analógico ha llevado a los estudiantes a obtener trabajos en corporaciones multinacionales como MasterCard y Philip Morris, una hazaña increíble para cualquier recién graduado, menos para un nuevo graduado en un nuevo país. 

“Parece que estoy haciendo algo bueno, pero es todo para mí”, dice Herdocia con una sonrisa verdaderamente brillante y genuina. “Echar un vistazo al interior de los corazones y las almas de las personas es realmente el mayor tesoro”.