Javier Mallafré
Copropietario de Thermowaste,
Europa
Cada año, el mundo se vuelve un poco más basura.
De acuerdo a una informe del Banco Mundial, el planeta produce 2.01 millones de toneladas de desechos cada año, y al menos el 33 % no se gestiona de manera segura para el medio ambiente.
Gran parte de esta basura termina en vertederos, acelerando el ritmo del cambio climático y contaminando el suelo y el agua circundantes.
Pero Javier Mallafré, copropietario de termorresiduos, tiene una solución sostenible y definitiva con el desarrollo de una biotecnología que sustituirá los vertederos de todo el mundo por plantas de tratamiento de residuos neutras en emisiones.
“Nuestro impacto está directamente relacionado con las toneladas de residuos valorizados y transformados en materiales limpios con valor de mercado, posibilitando un modelo de economía circular”, dice.
Mallafré y su empresa están convirtiendo la basura en tesoros. Thermowaste convierte los residuos sólidos en materiales limpios y los valoriza en su totalidad para que puedan ser reutilizados dando trabajo a muchas familias. Las piedras de jardín, transformadas a partir de residuos plásticos, es un producto que ya está en el mercado como sustituto de las piedras para decoración.
Una sola línea de procesamiento de termorresiduos puede recuperar 80,000 toneladas de basura al año, lo que representa la cantidad de residuos generados por aproximadamente 200,000 habitantes. Las instalaciones están diseñadas para trabajar las 24 horas del día, un mínimo de 8,000 horas al año.
La solución Thermowaste también elimina todos los patógenos contenidos en la basura, incluidos el coronavirus, el VIH y la salmonela. Sin destruir los materiales que componen la basura, esta solución elimina virus y bacterias al exponerla a condiciones más exigentes que las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.
En 2022, la empresa ganó un Premio a la Innovación en Calidad en la categoría de Innovación en Economía Circular y Carbono Neutralidad.
Mallafré también es fundador y propietario de Espurna, Nec&Otium, una firma de inversión y desarrollo para empresas culturales y de medios. Empezó Espurna en 2014 tras 25 años trabajando en multinacionales como Arthur Andersen, Grupo Planeta y Grupo 62.